“No saben quiénes son ni lo que quieren.” “Viven pegados al celular.” “No entienden de la política.” “No piensan en el futuro.” Estos fueron algunos de los mitos sobre la adolescencia que se derribaron ?y transformaron? en el marco de las actividades que se desarrollaron en la UCU con motivo de la Semana de los Derechos de las Infancias y Adolescencias.
El pasado jueves 20 de noviembre en el Auditorio San José, el Centro Berit, la Maestría en Intervención Social y Comunitaria de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) y América Solidaria organizaron la jornada Espacio Horizontal: Innovación Social y Protagonismo Adolescente. 
Magdalena Manríquez, especialista en innovación social, docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile y coordinadora de proyectos en el Centro de Innovación del Ministerio de Educación de ese país, visitó Uruguay especialmente para esta instancia: un espacio de diálogo, co-creación y reflexión, donde adolescentes, estudiantes, profesores, profesionales y actores comunitarios trabajaron juntos para diseñar soluciones innovadoras a problemáticas identificadas por los propios adolescentes.

Durante la jornada, diez mesas intergeneracionales trabajaron con una consigna: derribar simbólicamente las percepciones estereotipadas sobre la adolescencia y diseñar un conjunto de compromisos compartidos —representados en un “cubo de acuerdos”— para promover relaciones más justas, colaborativas y basadas en la comprensión mutua.

¿Los adolescentes no piensan en el futuro? Derribado: los adolescentes se comprometieron a demostrar su preocupación por el futuro a través de acciones diarias y los adultos, a no ejercer presión excesiva sobre su futuro. ¿Los adolescentes no entienden de la política? Derribado: los adolescentes se comprometieron a comunicarse y demostrar que tienen voz y necesitan información, los adultos, a escucharlos activamente cuando quieren a hablar de política.

A su vez, la directora del INJU, Eugenia Godoy, recorrió las mesas de trabajo, escuchó a los adolescentes y charló con ellos sobre sus inquietudes y propuestas. La actividad dejó en evidencia la potencia del encuentro intergeneracional y la necesidad de abrir más espacios donde la voz adolescente sea escuchada.  

Además de conducir la jornada, Magdalena Manríquez también participó como profesora invitada en la Maestría en Intervención Social y Comunitaria, para el Seminario de Buenas Prácticas. 
 

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