Un espacio para la experimentación

La Facultad de Ingeniería y Tecnologías inauguró su makerspace de TI3

En el tercer piso del Edificio Central, donde antes estaba el estudio de televisión —hermético y oscuro—, ahora hay un espacio albo, amplio, reluciente, con mesas con rueditas, muebles organizadores rojos y taburetes altos, vinilos de colores en las paredes. Afuera, sobre uno de los ventanales, se lee: TI3 Makerspace. El espacio, diseñado especialmente para recibir a los estudiantes que ingresan a la Facultad de Ingeniería y Tecnologías (FIT) de la UCU, se inauguró a principios de agosto y, finalmente, con el inicio del segundo semestre dejó de ser un cubo blanco vacío y se llenó de vida. Allí, de lunes a viernes, se lleva adelante el Taller Interdisciplinario de Introducción a la Ingeniería conocido como TI3.

Diego Vidart, integrante del equipo de profesores que lideran el TI3, recuerda cómo fue la génesis así: “Podríamos decir que la idea de empezar a pensar en un espacio específico destinado a potenciar las nuevas metodologías de los cursos comenzó hace por lo menos cinco años, cuando un grupo de docentes de la Facultad de Ingeniería participamos en una serie de intercambios con otros profesores universitarios que se realizó en la D School de la Universidad de Standford. Fue una iniciativa, financiada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), para fomentar las carreras de Ingeniería en Uruguay, aumentar el diálogo entre instituciones y generar propuestas académicas más dinámicas. Justamente, estando en Stanford, llamaba la atención la importancia que tenían los espacios destinados a determinados cursos. Salones amplios, mobiliarios especialmente diseñados, y la preponderancia de la luz. Claramente eso quedó latente en muchos de los que participamos”.

Para Vidart, para una metodología activa como lo que se busca en el Taller, es esencial poder contar con un salón que sea lo más versátil posible, que sea un espacio orgánico que vaya cambiando a medida que avanza el semestre. “Cada actividad requiere dinámicas diferentes y sobre todo configuración espacial diferente; poder trabajar parado, moverse por el espacio para incentivar el intercambio, el diálogo. En cada encuentro, se construye el espacio que sea el más apropiado para las acciones a realizar ese día”, explica Vidart.

Y finalmente concluye que lo más valioso de este proceso fue y aún es la experimentación. “No creo que el espacio haya sido hecho a medida del TI3, sino que hay una cierta reciprocidad ya que TI3 y el Makerspace fueron pensados para seguir creciendo. Se desafían mutuamente para seguir explorando posibilidades de trabajo y de aprendizajes. Esperemos que el Markerspace, no solo hable de TI3, sino que intente presentar una de las metodologías que la Universidad propone para la adquisición de competencias y aprendizajes.

El Makerspace rinde homenaje al profesor Nicolás Alliaume, pieza fundamental en la creación del espacio, y también fue equipado gracias al Fondo de Fomento de la Ingeniería de ANII.

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2021-08-13T23:59:00