El filósofo francés Éric Sadin es incómodo de escuchar. Incomoda cuando dice que los seres humanos quedaremos subordinados a las máquinas. Incomoda cuando habla de catástrofes. Incomoda, interpela y, además, fascina. Las más de 300 personas que llenaron el Aula Magna de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) el viernes 12 de abril lo evidenciaron.
Sadin (París, 1972) llegó a Montevideo en el marco de una gira por el Río de la Plata y lo hizo gracias a la colaboración entre la Embajada de Francia en Uruguay, la Alianza Francesa y la UCU. El ensayista y escritor parisino vino con nuevo libro bajo el brazo —La vida espectral editado por Caja negra, responsable de traducirlo al español— y con un título de conferencia muy provocador: “Inteligencia artificial generativa: un crimen contra la condición humana”. Durante casi dos horas Sadin se explayó de manera muy crítica sobre los riesgos del avance de la Inteligencia artificial generativa. Más allá de la profundidad y la densidad de su discurso, Sadin sabe cómo hacer para cautivar al público; a lo largo de su exposición se permitió utilizar el sentido del humor y además incitar a los que lo habían ido a escuchar.
Javier Mazza, director del Departamento de Humanidades y Comunicación de la UCU, resume la charla del filósofo francés de esta manera: “El valor de las visiones críticas (en este caso respecto a la tecnología, pero podríamos extender este comentario a casi cualquier otro tema), no radica en el acuerdo acrítico con ellas; más bien todo lo contrario. El principal aporte de una mirada crítica es su capacidad interpelante, la forma en la que abre el camino para generar un intercambio de ideas”.
Precisamente, dice Mazza, la importancia de la visita de Sadin a la UCU —y la posibilidad de que decenas de personas pudieran escucharlo en una charla abierta— tiene que ver con “las preguntas que dejan planteadas sus ideas, principal valor de tener a una figura como Sadin en la UCU es las preguntas que dejan sus ideas; los puntos de acuerdo y (quizás lo más importante), los espacios de inconformidad que tenemos con sus ideas”. “Es desde estos últimos desde dónde nos cabe la responsabilidad de profundizar en nuestras propias ideas, para entenderlas mejor y para proyectar con más claridad sus implicancias”, agrega.
En sus casi dos horas de conferencia, Sadin dejó planteada la idea de que con la irrupción de la Inteligencia artificial generativa inauguramos una nueva dimensión de cambio tecnológico en el que detecta un gran peligro: desnaturalización de las palabras. Es decir, según Sadin las palabras generadas por la Inteligencia artificial son “palabras muertas” que no tienen un flujo natural del diálogo, una característica esencial del lenguaje.
La obra de Sadin está traducida a varios idiomas, pero ha tenido especiales repercusiones en el mundo hispanoparlante gracias a la publicación de sus ensayos en la colección "Futuros Próximos" de la editorial Caja Negra (Argentina); todos sus libros se pueden conseguir en Uruguay.